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La educación es un pilar fundamental en el desarrollo de una sociedad. En el caso de la ciudad de Monterrey, la influencia de la educación marista ha dejado una huella significativa en las familias regiomontanas. En este artículo, exploraremos el impacto de la educación marista en la comunidad y la historia del Centro Universitario Franco Mexicano de Monterrey como un centro educativo emblemático en la ciudad.
La presencia de los hermanos maristas en Monterrey se remonta a más de un siglo. Desde su llegada, han buscado brindar una educación integral basada en los valores cristianos y maristas. Esta educación se ha centrado en el desarrollo académico, pero también en la formación de personas comprometidas con la sociedad y con una sólida base ética.
Una de las características distintivas de la educación marista es su enfoque en la formación integral de los estudiantes. Además de ofrecer una educación de calidad, los hermanos maristas se preocupan por el desarrollo personal y espiritual de cada alumno. A través de una pedagogía basada en el amor y la confianza, buscan formar personas autónomas, solidarias y comprometidas con los demás.
El Centro Universitario Franco Mexicano de Monterrey es uno de los pilares de la educación marista en la ciudad. Fundado en 1962, este centro educativo ha formado a miles de profesionales en diversas áreas del conocimiento. Su oferta académica incluye programas de secundaria y bachillerato bilingües de 3 años.
Además de su excelencia académica, CUFM se distingue por su compromiso con la formación integral de sus estudiantes. A través de actividades extracurriculares, programas de servicio comunitario y proyectos de investigación, los alumnos tienen la oportunidad de enriquecer su experiencia educativa y desarrollar habilidades que les serán útiles en su vida profesional y personal.
El impacto de la educación marista en las familias regiomontanas se refleja en el éxito de sus egresados. Muchos de ellos ocupan posiciones destacadas en el ámbito profesional y contribuyen de manera significativa al desarrollo de la sociedad. Además, su formación marista les ha inculcado valores como la solidaridad, el respeto y el compromiso social, que los llevan a trabajar por un mundo más justo y equitativo. No es poco común encontrar líderes sociales que manifiestan el amor por lo que hacen y escuchar a la mayoría decir con orgullo que estudiaron su educación secundaria en el CUFM. Y aunque la educación y la tecnología han cambiado enormemente, el núcleo de la educación marista sigue siendo el mismo: educación de calidad basada en valores.
En conclusión, la educación marista ha dejado un legado invaluable en las familias regiomontanas. El Centro Universitario Franco Mexicano de Monterrey, como parte de esta tradición educativa, continúa formando a profesionales comprometidos con la sociedad y con una visión humanista. Su impacto se extiende más allá de las aulas, dejando una huella en la comunidad y contribuyendo al desarrollo de Monterrey como una ciudad de conocimiento y progreso.